Cuando alguien te dice que tienes cßncer de mama, sabes que no serßsla misma. No solamente por el dolor y el cambio fÝsico, sino porquedejas de ser la que eras.

La mayorÝa de las veces dejas tuvida en manos de alguien para quien solo eres un n·mero. Sientes quevas perdiendo todo poco a poco.

Te explican que hay untratamiento y dos opciones, resistir o morir, pero nadie te dice quÚpasa durante y despuÚs. Es muy difÝcil hacerte cargo de ti misma e irsintiendo que no soportas mßs el dolor.

Lo peor es que cuando crees que ya ha pasado lo mßs difÝcil tienes que seguir viviendoaunque no puedas mßs, aunque estÚs agotada y triste. Te das cuenta deque tanto dolor no sirvi¾. Que la vida era otra cosa. Pero hay queseguir adelante.