A travÚs de los ciento veintitrÚs poemas que conforman el volumen I de La sombra de los malditos, Carlos -lvarez (Madrid, 1965) nos va adentrando en las cuestiones fundamentales de la existencia del ser humano, no solo de lo que es y debe (o debiera) ser, sino tambiÚn de su pluralidad, como un ente que se mueve y se interrelaciona seg·n los intrincados deseos de su cuerpo heter¾clito (la sociedad, el entorno, las metas y los odios comunes?).
La libertad, el amor, la esperanza, el miedo y las dudas son algunos de los temas que, con palabras sencillas y versos claros, se van desplegando en casi todas sus facetas o ßngulos. Son obsesiones constantes. Sin embargo, el poeta, lejos de limitarse a repetir ideas, se apropia de la tradici¾n poÚtica castellana (el Siglo de Oro y la generaci¾n del 27 estßn muy presentes) para ense±arnos que nada ha cambiado, que llevamos siglos repitiÚndonos, principalmente en nuestros fracasos.