Los campos de batalla de todas las guerras dejan esparcidas en susuperficie evidencias de los combates: proyectiles de fusilerÝa,obuses de artillerÝa, de mortero, bombas de aviaci¾n, piezas dearmamento deterioradas, correajes e insignias de combatientes, suelasde zapato, menaje de los soldados, restos de latas de conserva,tinteros de cristal, botellas, cajas de munici¾n, ruedas y piezas devehÝculos, planchas de carros de combate, y un sinfÝn de restosoxidados que en su momento quedaron esparcidos por los camposensangrentados donde tuvo lugar la batalla. En la actualidad, estosrestos forman parte de la arqueologÝa de cualquier batalla. Se tratade documentos valiosos para el historiador, ya que dan fe de loocurrido, confirman o refutan hip¾tesis y son una muestra de laviolencia de la batalla. Recuperados in situ, estos restos seconvierten en objeto de exposici¾n museogrßfica, forman parte decolecciones particulares y de devoci¾n casi religiosa para algunaspersonas vinculadas al hecho hist¾rico. Asimismo, esos restos,cubiertos a menudo de ¾xido, constituyen una de las bases para fijarla memoria del acontecimien