San Sebastián, 1813. José Bonaparte ha perdido la guerra y el ejército francés se retira de la Península, azuzado por las tropas aliadas al mando del general Wellington. Tras cinco años de ocupación, los donostiarras esperan ilusionados la llegada de los libertadores, pero se preguntan qué ocurrirá si los militares franceses ofrecen resistencia. Quedarse o marcharse, esa es la cuestión. La chocolatera Maritxu Altuna, viuda y madre de una hija, decide, al igual que otros, permanecer y defender su negocio. Ninguno de ellos imagina que sus supuestos salvadores darán fuego a la ciudad, aunque antes, durante la larga noche, la del 31 de agosto, se dedicarán a matar, robar y someter a sus habitantes a todo tipo de vejaciones, en especial a las mujeres.