En 2009 Xoel L¾pez tom¾ un avi¾n con destino a Buenos Aires. Atrßsdejaba Deluxe en su momento mßs exitoso. Muchos no entendieron lanecesidad de cambiar el rumbo, pero en AmÚrica encontr¾ lo quenecesitaba. Se empap¾ del folclore de MÚxico, Colombia y Venezuela. Se mezcl¾ con m·sicos de San Francisco, Rep·blica
Dominicana yUruguay. Y en Nueva York confirm¾ que lo que Úl buscaba tenÝa mßs quever con una rumba bastarda que con el enÚsimo espejismo demodernidad
propuesto desde el mundo anglosaj¾n. Todo sin dejar demirar a Serrat y The Beatles, reconcilißndose con su infancia en elCaribe y cambiando el modo de estar en el mundo. De ahÝ naci¾Atlßntico (2012), un disco maravilloso pero incomprendido en sumomento, con el que el artista tuvo que ver como parte de sus propiosfans lo rechazaban y la crÝtica lo despachaba con tibieza. Unejercicio de valentÝa que contiene algunas de las mejores canciones de pop en castellano de los ·ltimos tiempos. Un pulso entre la libertaddel artista