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ARDORES DE AGOSTO
Otra aventura de Salvo Montalbano, en la que el inimitablecomisario sigue haciendo gala de ese vitalismo socarr¾n y melanc¾licomientras se asoma a los abismos mßs profundos del ßnimahumana.
Un calor asfixiante arrasa Sicilia como... Seguir leyendo
Otra aventura de Salvo Montalbano, en la que el inimitablecomisario sigue haciendo gala de ese vitalismo socarr¾n y melanc¾licomientras se asoma a los abismos mßs profundos del ßnimahumana.
Un calor asfixiante arrasa Sicilia como unallamarada; durante el dÝa el aire se vuelve irrespirable, las piedrasqueman y ni siquiera un ba±o en el mar ofrece algo mßs que aliviomomentßneo. Con la ciudad sumida en un letargo incandescente, Salvoaguarda la llegada de Livia, que viene con unos amigos a pasar lasvacaciones en una solitaria casita frente a la playa. Pero el idÝlicoplan se tuerce cuando, oculto en los s¾tanos de la casa, aparece unba·l con un cadßver dentro.
El macabro hallazgo desata losinstintos investigadores del comisario, que muy pronto se ve envueltoen una mara±a criminal de m·ltiples facetas que involucra a polÝticos, banqueros y empresarios, todos bajo la omnipresente tutela de lamafia. Y como si la canÝcula no fuera suficiente para causar estragosen el comportamiento de los personajes, la presencia casi mßgica deuna bellÝsima veintea±era hace flaquear la proverbial lucidez delpr